El uso de un brazo para monitor ofrece al usuario muchos beneficios y es mucho más que una simple solución para quitar una pantalla de un escritorio y permitir la rotación vertical/apaisada.
Si no podemos ajustar nuestros monitores, nos adaptamos nosotros mismos y nuestra postura a la posición de nuestra pantalla. Nos hundimos. Estiramos el cuello. Y en funciones con uso intensivo de computadoras, hacemos esto durante largos períodos de tiempo. Esto provoca tensión en los ojos, el cuello y la espalda, lo que a su vez provoca trastornos musculoesqueléticos, bajas laborales y, en última instancia, una pérdida de productividad.
Aquí es donde un brazo de monitor ajustable es clave. Si una persona puede ajustar la altura, la distancia y el ángulo de su monitor, significa que puede ajustar su tecnología a sus propios requisitos únicos. Reducir la aparición de tensión en los ojos, el cuello y la espalda.
Para reducir el impacto de las lesiones musculoesqueléticas y el impacto del comportamiento sedentario, la necesidad de implementar muebles ergonómicos e iniciativas de bienestar nunca ha sido mayor. A medida que los individuos y las empresas empiezan a adoptar nuevos estilos de trabajo y soluciones de mobiliario, como los escritorios para trabajar sentado o de pie, es fácil olvidar la conexión entre la persona y su tecnología.
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